Ramón Magriñà Berga (Masllorençs, 1940) es un hombre minucioso y perfeccionista. Para comprobarlo basta una charla distendida con él y una visita al Museo que, en su pueblo natal, alberga su extensa y prolija colección privada de vehículos clásicos.
Como su padre, “un trabajador infatigable” asevera, encontró su oficio en la carpintería y la ebanistería, y al amparo de una vida laboral intensa dio forma y sentido a su pasión: “todas las cosas que tuvieran ruedas”. Con 18 años adquirió su primer coche, un Renault Dauphine, y una Ducati 125 Sport, de las fabricadas en Barcelona, por MotoTrans, una moto que todavía conserva y que es una de sus piezas favoritas del Museo. Pero no sería hasta 1979 cuando su pasión empieza a tener sentido con la llegada a su garaje de un Citroën 5CV, su primer vehículo de colección.
En los últimos 45 años, Ramón Magriñà ha logrado atesorar una colección formada por más de 60 automóviles, de una treintena de marcas diferentes; un centenar de motocicletas, y otra importantísima colección de bicicletas clásicas. En su Museo se salvaguardan vehículos que nos ayudan a configurar la historia del motor a lo largo de los primeros 70 años del siglo XX, un periodo crucial en la industria automotriz. En su interior podremos encontrar “en estado de marcha” automóviles de marcas como Rolls Royce, Hispano Suiza, Pegaso, Bugatti, Aston Martin, Ferrari, Mercedes, Lincoln, Cadillac, o el automóvil Campeador ejemplar único en el mundo, prototipo fabricado en Barcelona a finales de los 60 por Artés; y motocicletas, entre las que destacan 18 unidades de competición y una selección de calle de firmas como Harley Davidson, Norton, Indian, Vincent, Lambretta, BMW,Matchless, Terrot, Ducati, Henderson, Montesa o Bultaco, entre otras.
Ramón Magriñà es un coleccionista consciente. Buscador infatigable de vehículos, cuidadoso en los procesos de restauración, fiel a la trazabilidad del vehículo en piezas y recambios, investigador muy documentado y con un excelso conocimiento de la historia del motor. Nuestro protagonista no es mecánico, pero siempre ha sabido rodearse de excelentes profesionales que le han ayudado en los complejos procesos de restauración. Defiende que aprender y compartir son pilares fundamentales de esta afición.
Ramón Magriñà ha sido un visitante fiel de AutoClassic y sus vehículos han protagonizado muchas ediciones. En reconocimiento a su compromiso con la Feria y a su trayectoria y proximidad, en esta edición será objeto de un homenaje en un acto que tendrá lugar en la mañana de viernes, 6 de diciembre. Será una oportunidad excepcional para disfrutar, aprendiendo y compartiendo, con este aficionado, “un señor normalito, luchador y competitivo”, según sus propias palabras.
