En la Feria del Vehículo Clásico de Alcañiz, AutoClassic, repasaremos la historia de Alpine y su estrecha vinculación con España. En la factoría vallisoletana de FASA Renault se produjo este modelo francés que llevó la deportividad a las carreteras españolas de la época. Hoy, aquellos clásicos son piezas de gran relevancia en colecciones privadas y una delicia para la vista y el recuerdo de todos los entusiastas del automóvil.
La marca Alpine fue fundada en Dieppe (Francia) por el artesano Jean Rédelé en 1955, que comenzó modificando populares modelos Renault (como el 4CV) para emplearlos en competición. Con el éxito de su primer modelo, el A106, con ligera carrocería aerodinámica de fibra de vidrio, se lanzó a la conquista de nuevos mercados de la mano de la propia Renault.
En 1963, la factoría de Valladolid de FASA-Renault, abrió una línea de montaje y fabricación de Alpine. Esta fue puesta a cargo del ingeniero D. Francisco Conde, que mejoró y desarrolló los modelos originales franceses hasta 1978. De la pequeña nave adjunta a la fábrica salieron 1.904 Alpine españoles de dos modelos –el A108 y el A110- en seis variedades diferentes.
Desde 1963 comenzaron a ensamblarse en Valladolid la “berlinette” y el descapotable A108 (con diseño de Michelotti), con el motor procedente del Renault Dauphine-Gordini de 845 cc y apenas 37,5 CV. Pero Conde y sus técnicos consiguieron mejorarlo y ganarle 44,4 CV en su versión mejorada, que le permitía alcanzar los 150 Km/h. El A108 español se produjo hasta 1967.
Ese mismo año, llegó a España el nuevo A110, que inmediatamente sustituyó al A108, más grande y moderno. La primera versión montaba el motor de 1.108 cc del Renault 8, con 53 (luego 57) CV. Pero como sólo pesaba 690 Kg, podía alcanzar 170 Km/h. Fue denominado “1100” y estuvo en catálogo hasta 1970, fabricándose 528 unidades.
El Alpine español de mayor éxito comercial –también por sus éxitos en competición- fue el “1300” nacido en 1971. Se produjo en dos series diferentes, siempre equipando el motor de 1.289 cc procedente del Renault 12TS, con 70,5 CV. Ambas series se diferencian principalmente por el frontal (con faros más grandes al final) y las aletas ampliadas para acoger ruedas más anchas. Hasta 908 unidades fueron vendidas entre 1971 y 1976.
En Valladolid nunca se produjo la versión francesa con motor de 1.600 cc, pero sí una intermedia con mecánica nacional. La última generación del A110 fue denominada “1400” y montaba el motor del R5 Copa, con 1.397 cc y 85 CV de potencia, que le permitían alcanzar los 185 Km/h. Se produjo en corta serie entre 1977 y 1978 ante la escasa demanda, y dejó de fabricarse tras hacerse sólo 130 unidades. Es toda una rareza hoy en día.
La marca Alpine fue adquirida al cien por cien por Renault en 1973, realizando a partir de entonces sólo versiones deportivas de modelos de serie (R5 Alpine, R5 Turbo…) y modelos de estricta competición (Sport-Prototipos, Fórmula Renault, F-2, F-1, coches de rallye…) hasta nuestros días. Hoy Alpine representa a Renault en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 y en el Campeonato del Mundo de Resistencia. Desde 2017, la marca ha vuelto también a producir un modelo propio de carretera: el moderno deportivo A110.